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Distrofia miotónica
Las distrofias miotónicas son trastornos autosómicos dominantes genética y clínicamente heterogéneos que se caracterizan por los hallazgos centrales de miotonía, debilidad muscular y la presencia de cataratas de aparición temprana.[1][2][3] Aunque se encuentran entre las formas adultas más comunes de distrofia muscular, también pueden manifestar una variedad de otros hallazgos clínicos, como defectos de la conducción cardíaca, insuficiencia cardíaca, apnea del sueño y anomalías gastrointestinales y endocrinas.[1][2][3][4][5][6][7]
Existen dos tipos principales de distrofia miotónica, denominados Tipo 1 (DM1) y Tipo 2 (DM2). La prevalencia de la enfermedad varía geográficamente y oscila entre 1 por 550 y 1 por 10.700 en diversos estudios, disponiéndose de más datos para la DM1.[1][2][3] En general, la DM1 es más frecuente que la DM2. Sin embargo, en algunos países (Alemania, Polonia, Finlandia), las tasas de prevalencia pueden ser iguales.[7] Los dos tipos difieren en su base genética y en los hallazgos clínicos y la evolución.
Base genética
El tipo 1 resulta de una expansión de una repetición de trinucleótidos citosina-timina-guanina (CTG) en el gen de la proteína cinasa de la distrofia miotónica (DMPK) en el brazo largo del cromosoma 19.[1][2][3][4][5][6] En los individuos normales hay entre 5 y 37 de estas repeticiones CTG.[2][4][5] Los individuos con un número de repeticiones superior al normal pero inferior a 50 tienen un estado de premutación que no es normal, sino asintomático.[1][2][5][6] La extensión de la longitud de estas repeticiones de 50 hacia arriba conduce al desarrollo de la enfermedad clínica. En general, cuanto mayor es la longitud de las repeticiones, más temprana es la edad de aparición de la distrofia miotónica y más grave es la enfermedad.[1][2][3][4][5][6] Además, la región de repetición del gen es inestable y, por tanto, la longitud tenderá a aumentar con la división celular. Esto puede dar lugar a un fenómeno denominado anticipación, en el que las generaciones posteriores de una familia tendrán longitudes de repetición más largas y una aparición más temprana y más grave de la enfermedad. Sin embargo, esta inestabilidad también puede manifestarse en las células somáticas y puede dar lugar a una variación de los hallazgos clínicos en diferentes tejidos.[1][2][4][5]
La base genética de la enfermedad de tipo 2 (DM2) es similar, pero difiere en aspectos significativos. Al igual que en el tipo 1, existe una repetición de nucleótidos, pero en este caso se trata de una repetición de tetranucleótidos citosina-citosina-timina-guanina (CCTG) en el gen de la proteína de unión a ácidos nucleicos (CNBP) del cromosoma 3, que es la lesión culpable.[1][2][3][5] Además, a diferencia de lo que se observa con el tipo 1, la anticipación en las generaciones posteriores es mínima o inexistente, no existe una versión congénita o infantil de la enfermedad y la longitud de la repetición no se correlaciona con la edad de aparición o la gravedad de la enfermedad.[3][4][5][7]
Patología
El mecanismo patológico de ambas anomalías genéticas es la formación de ARN disfuncional que se transcribe a partir del ADN pero no se traduce. Estas repeticiones tóxicas de ARN quedan secuestradas en el núcleo de las células, donde se unen a las proteínas de unión del ARN e interrumpen los mecanismos de empalme necesarios para la formación de proteínas normales. Este empalme anormal afecta a múltiples proteínas diferentes en distintos órganos y se cree que es la razón de la gran variedad de manifestaciones clínicas que se producen con la enfermedad.[1][2][3]
Diagnóstico
La mayoría de los individuos con distrofia miotónica pueden diagnosticarse clínicamente. Este diagnóstico puede confirmarse mediante pruebas genéticas que muestren las repeticiones clásicas CTG o CCTG. La electromiografía (EMG) no suele ser necesaria, pero puede ser útil en algunos individuos con hallazgos atípicos. La biopsia muscular no suele ser necesaria dada la facilidad y especificidad de las pruebas genéticas.[1][2][3]
Tipo 1
Congénito
Existen varios fenotipos diferentes de DM1, incluyendo las variantes congénita, infantil, adulta clásica y leve o mínima. La DM1 congénita es una entidad clínica distinta, se asocia a un gran número de repeticiones de trinucleótidos (normalmente > 1000) y se manifiesta clínicamente en el nacimiento. La mayoría de estos casos se heredan por línea materna. Los bebés con esta enfermedad presentan hipotonía (a diferencia de la miotonía), mala alimentación y dificultad respiratoria. Aproximadamente la mitad de estos bebés necesitarán ventilación mecánica y la tasa de mortalidad es de al menos el 15%-20% y a menudo superior. Si el niño sobrevive al periodo neonatal, la debilidad muscular mejora gradualmente, pero se manifestarán otros problemas, como problemas de aprendizaje, discapacidad intelectual y trastorno del espectro autista. Más adelante en la vida, estos individuos desarrollan muchos de los síntomas de la DM1 clásica[1][2][3][4][5][6][8] La supervivencia global es limitada y la esperanza de vida media para la DM1 congénita es de 45 años.[2][6]
Infantil
La DM1 infantil aparece entre los 1 y los 10 años de edad y tiene repeticiones CTG > 500. La mayoría de las veces presenta dificultades cognitivas y conductuales. Suele presentarse con dificultades cognitivas y de comportamiento. Alrededor de la mitad de los niños presentan trastornos intelectuales. Con el tiempo, estos niños desarrollarán síntomas musculares similares a los observados en la variedad clásica en adultos y tienen una esperanza de vida media de aproximadamente 60 años.[5]
Adulto clásico
La versión clásica es la variante más común y se da en aproximadamente el 75% de las personas con DM1.[1][2] Este fenotipo se presenta con mayor frecuencia entre los 10 y los 40 años. El riesgo relativo de afecciones comórbidas es notablemente mayor en esta variante. Así, una serie de rasgos clínicos caracterizan la versión clásica o adulta de la DM1. Estos hallazgos incluyen:
- Es frecuente la debilidad muscular, especialmente de los músculos faciales, esternocleidomastoideos, distales de las extremidades e intrínsecos de las manos. Con el tiempo, la debilidad puede progresar gradualmente también a otras áreas. Con frecuencia se produce atrofia muscular. Esta combinación de debilidad y atrofia da lugar a un aspecto característico con cara larga y estrecha, paladar alto y arqueado, y ptosis leve (párpados caídos). Además, la calvicie frontal prematura es frecuente y se da tanto en hombres como en mujeres con la enfermedad.[1][2][3][4][5]
- La miotonía o relajación lenta tras la contracción muscular es un signo temprano y característico de la enfermedad. A menudo es un síntoma de presentación, pero tiende a disminuir con el tiempo a medida que progresa la debilidad.[1][2][3][4][5]
- Las anomalías cardíacas son frecuentes e incluyen bloqueos de la conducción, especialmente bloqueo AV, y arritmias, como disfunción del nódulo sinusal, fibrilación auricular y ventricular y taquicardia, así como aleteo auricular. También puede producirse disfunción diastólica, pero suele ser asintomática. La insuficiencia cardíaca puede aparecer en una minoría de individuos, pero es mucho menos frecuente que en otras distrofias musculares. Las anomalías cardíacas son una causa frecuente de muerte súbita prematura.[1][2][3][5][9][10]
- Pueden producirse complicaciones respiratorias debido a la debilidad de la faringe y el esófago, así como miotonía en la musculatura respiratoria. Es frecuente una capacidad vital reducida con hipoventilación. Además, existe un riesgo de compromiso respiratorio postoperatorio con la DM1. Los problemas pulmonares, especialmente la neumonía, son la causa más frecuente de muerte en las personas con distrofia miotónica.[1][2][3][5]
- Los trastornos del sueño son frecuentes en la DM1 y se traducen en hipersomnia y somnolencia diurna excesiva. Esto se debe muy probablemente a un trastorno central de la regulación del sueño. Los individuos con DM1 también son más propensos a padecer apnea obstructiva y central del sueño.[1][2][3][4][5][9]
- La DM1 puede presentar diversas anomalías neurológicas. Entre ellas se incluyen ansiedad, deterioro de la función ejecutiva, dificultades de memoria y problemas con el procesamiento visuoespacial. Los estudios de resonancia magnética del cerebro muestran atrofia de los lóbulos frontales y de las porciones frontales de los lóbulos temporales. La tomografía por emisión de positrones (PET) muestra una función reducida en esas mismas zonas del cerebro.[1][2][4][5][9]
- Son frecuentes los síntomas gastrointestinales, como dolor abdominal, estreñimiento y diarrea. Se deben a la dismotilidad secundaria a los efectos de la enfermedad sobre el músculo liso del tracto gastrointestinal.[1][2][3][4][5]
- Las anomalías endocrinas incluyen hipogonadismo primario, atrofia testicular, alteraciones tiroideas e hiperinsulinismo debido a resistencia a la insulina.[1][2][3][4][5]
- Los resultados de laboratorio anormales son frecuentes e incluyen pruebas de función hepática elevadas, hiperlipidemia (colesterol y triglicéridos), disminución de las gammaglobulinas (IgG e IgM) y elevación de la creatincinasa (CK).[1][2][4]
- Las cataratas aparecen prácticamente en todos los pacientes, normalmente antes de los 50 años, y es un hallazgo característico asociado a la enfermedad.[1][2][3][4][5][9]
- Múltiples estudios han indicado que los individuos con DM1 tienen un mayor riesgo de desarrollar cáncer, especialmente de endometrio, ovario, testículos, colon, tiroides y piel (melanoma).[1][2][3][4][5][11][12]
Como resultado de las múltiples complicaciones señaladas anteriormente, la esperanza de vida con DM1 clásica de inicio en la edad adulta se reduce significativamente, con la mayoría de los estudios informando de una edad de fallecimiento en el rango de 53 a 60 años.[13][14][15][16][17] Las principales causas de muerte son la insuficiencia respiratoria/neumonía, la parada cardíaca súbita y los tumores malignos.[9][10][12][13]
Variante leve o mínima
La variante leve o mínima de la DM1 se caracteriza por un menor número de repeticiones CTG, de 50 a 150. Estos individuos tienden a desarrollar la enfermedad después de los 50 años y presentan debilidad leve, miotonía y cataratas, pero no las complicaciones graves señaladas anteriormente. Así pues, la esperanza de vida con DM1 leve es normal o casi normal.[1][2][4][14][15][18]
Tipo 2
Patogenia y características clínicas distintas
Como ya se ha señalado, la DM2 tiene una patogenia diferente de la DM1. Típicamente, se presenta entre la 2ª y 7ª décadas de la vida. Al igual que la DM1, se presenta con debilidad, pero difiere en que los músculos proximales se ven afectados en mayor grado. Además, el dolor muscular es una característica prominente en la DM2 y no en la DM1 y el dolor, cuando está presente, es más severo. Puede haber miotonía, pero es menos frecuente y menos grave que en la distrofia miotónica de tipo 1 clásica. Se producen cataratas en aproximadamente el 75% de los individuos afectados. Pueden producirse alteraciones de la conducción cardíaca, pero son menos frecuentes y menos graves que las observadas en la DM1. Sin embargo, pueden provocar la muerte súbita en algunos individuos. La debilidad muscular respiratoria es rara en la DM2. Los trastornos del sueño son menos frecuentes y pueden estar más relacionados con el dolor que con trastornos primarios del sueño. Los problemas neurológicos son menos frecuentes y menos graves en la DM2. Otros hallazgos que son menos comunes en el tipo 2 son la calvicie frontal y la mayoría de las anomalías endocrinas y hallazgos GI. No obstante, la diabetes es más frecuente. Las anomalías de laboratorio señaladas anteriormente ocurren tanto en la DM1 como en la DM2.[1][3][4][5][7]
Sólo existen datos limitados sobre el riesgo de mortalidad asociado a la DM2. Con los síntomas más leves, el riesgo es claramente inferior al observado con la DM1. Sin embargo, con el riesgo conocido de enfermedad cardiovascular es razonable esperar que la mortalidad global aumente ligeramente.[1][13][19]
Tratamiento
Actualmente no existe tratamiento para la distrofia miotónica. La terapia es de apoyo y está dirigida a los síntomas y complicaciones señalados anteriormente.[2][3][4][5][7][13]
Sólo antencedentes familiaresamily history only
En los individuos con antecedentes familiares de distrofia miotónica pero sin un diagnóstico definitivo en sí, los datos indican que el riesgo de mortalidad es mayor. Este aumento refleja la naturaleza autosómica dominante del defecto genético (50% de probabilidad de desarrollar la enfermedad en familiares de riesgo) y el fenómeno de anticipación, en el que las repeticiones de nucleótidos son inestables y se alargan de generación en generación. La consecuencia de esta anticipación es una edad de aparición más temprana y una mayor gravedad en la descendencia. Esto puede ocurrir en aquellos padres con un estado premutado, es decir, aquellos con un número mínimamente elevado de repeticiones CTG.[11]
Teniendo en cuenta el aumento del riesgo observado anteriormente con una edad de aparición más temprana, cuanto mayor sea el miembro asintomático de la familia en el momento de la evaluación, menor será la probabilidad de que haya heredado uno de los genes anormales y mayor la probabilidad de que tenga un curso más indolente en caso de haberlo hecho.
Consideraciones para la suscripción
De los datos anteriores se desprende que las versiones congénita, infantil y clásica de la distrofia miotónica de tipo 1 y cualquier variante de tipo 1 no clasificada con más de 150 repeticiones CTG tienen un riesgo muy alto de morbilidad y mortalidad. Los individuos con DM1 leve o mínima o con repeticiones CTG en el rango de 50 a 150 tienen una esperanza de vida normal o casi normal y un riesgo limitado de discapacidad. Aquellos con menos de 50 repeticiones CTG generalmente no tendrán síntomas y no aumentará el riesgo de mortalidad. En el caso de las personas con distrofia miotónica de tipo 2, los datos de mortalidad son limitados, pero sería razonable esperar un aumento leve del riesgo de mortalidad, que probablemente sea mayor a una edad más temprana.
Autor

Dr Clifton Titcomb
Medical Consultant
Hannover Life Reassurance Company of America
Referencias
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